La falta de conciencia en las ciudades mexicanas sobre los problemas del agua, los alimentos y el campo es el resultado de décadas de desconexión inducida por sistemas educativos, mediáticos y políticos. Sin embargo, la conciencia puede cultivarse con creatividad, verdad y participación comunitaria.

“El agua no es eterna”

Una estrategia de bajo costo basada en medios populares, narrativas emocionales y redes locales puede reactivar la conexión entre el campo y la ciudad, generando una ciudadanía más informada, exigente y solidaria.

“Sin campesinos no hay comida”

 Desconexión urbana-rural

• Urbanización acelerada: En México, el 80% de la población vive en áreas urbanas, lo que genera una desconexión con los problemas del campo, como la producción agrícola y el uso del agua. Los habitantes urbanos suelen desconocer las dificultades de los agricultores, como la escasez hídrica o los costos de producción.
• Falta de exposición a la agricultura: La mayoría de los citadinos no interactúan directamente con procesos agrícolas, lo que limita su comprensión de la dependencia de las ciudades en el campo para alimentos y agua.

b) Educación y acceso a la información

“Lo que comes depende de quien siembra”

Participación ciudadana

Huertos urbanos: Promover la creación de pequeños huertos en azoteas o espacios comunitarios para conectar a los habitantes con la producción de alimentos. Estos proyectos pueden ser apoyados por ONG o gobiernos locales con semillas y materiales básicos.

Guardianes del agua: Crear programas donde los ciudadanos monitoreen el uso del agua en sus comunidades (fugas, desperdicio) y compartan datos con autoridades locales. Esto fomenta la responsabilidad colectiva y no requiere grandes inversiones.

 El apoyo y la promoción de iniciativas de agricultura urbana en escuelas, centros comunitarios y espacios públicos pueden servir como una forma práctica de educar a los residentes sobre la producción de alimentos, el uso del agua en la agricultura y el valor de los sistemas alimentarios locales. La organización de talleres y sesiones de capacitación sobre técnicas de agricultura urbana y prácticas de jardinería sostenible también es esencial.